martes, 9 de julio de 2013

Un día de honestidad

4 de Mayo de 2006
Se ve la televisión a altas horas de la noche.
Dos personas disfrutan de una película de acción.
Una de ellas baja las escaleras porque nota que la tardanza del otro puede prolongarse.
¿Comerás aquí abajo?
Si.
¿Necesitas ayuda?
No. Gracias. Todo bien por aca.
Ok. Te espero arriba.
Este suceso me hizo pensar en el valor de la honestidad. Las relaciones entre hombres y mujeres –en casi todas las etapas de la vida-, las encontramos complicadas y muchos dicen, difíciles. Los mayores hacen hincapié en el aumento del nivel de compromiso que se debe adquirir como una actitud conforme crecemos.

Debemos recordar primero que hombres y mujeres somos muy diferentes. Cada uno con su mundo, cada uno con su propia forma de ver la vida, las situaciones, los modos de ser, las expresiones, en fin. Nadie dijo que equidad fuese lo mismo que igualdad.

Recordando el popular dicho “cuando un hombre dice no, es no. Cuando una mujer dice no, a veces es sí”, me pareció sencilla la manera tranquila y llevadera de una relación que se puede dar entre un hombre y una mujer de estos tiempos. Hombres, pongan atención a sus mujeres y deténganse un momento a observarlas, o ¿es tan difícil comprender que no nos comprenden?
No es difícil intentar ceder un poco y conceder un poco. Si ya de por sí la vida de uno mismo se puede vislumbrar complicada, ¿por qué no tolerar y aceptar? ¿Es en verdad imposible detenerse un poco y pensarlo dos veces antes de convertirse en un demonio? Mujeres, evitémonos problemas y demos espacio al hombre que casi siempre expresa exactamente lo que quiere y no quiere. No hay que leer entre líneas, es el primer error.

La exasperación por la cotidianidad y la rutina puede provocar estas reacciones. Pero de igual manera mucho tiene que ver nuestro propio carácter, nuestra educación, nuestra esencia como personas.

Cree siempre que el enamoramiento es la mejor etapa del inicio de un noviazgo. Esto casi nadie lo puede negar en cualquier parte del mundo. Y si no me crees, vuelve al pasado de la historia, lee los cuentos, las novelas; mira a Hollywood, ve a tu hermana o hermano enamorarse; a tus primos, a tus mejores amigas y amigos. El equilibrio en el carácter es de suma importancia. Y aquí es donde digo ¿por qué razón no podremos llevar la fiesta en paz?


Lo mejor es conocerse a uno mismo. Y esa etapa se llega a dar. Yo estoy en ella y estoy segura que es por naturaleza humana. A todos nos sucede. El preciso momento en que uno está en plenitud mental y emocional para decir “de esto se trata”. Esto a fin de cuentas, resulta en una dicha impresionante.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario