Que quiero, que no quiero. Que me ardes y consumes en lo hondo.
Que tu corazón viene, que posee, toma y se arrepiente.
Que me esperas, que no llegas, que me quedo aquí sentada esperando tu indiferencia.
Mientras tú me contemplas parca, yo me presiento inmensa.
Y tomada por dada, terminas por ser mi culpa y mi desgracia.
Son migajas, querido diablo. Son sobras de tu tiempo las que me otorgas tan ufano.
Son escacez, tortura y engaños.
Que quiero y no quiero tu oscuridad. Que deseo me arrastres a lo profundo, a lo prohibido. Que me atrevo a pervertirme, a doblegarme, a que hagas de mi lo que deseas. Que no me atrevo. Que prefiero la luz de lo divino, lo sereno, lo inocente. Que no quiero perderme, que quiero simplemente desaparecer.
Unión entre la prosa poética, la imaginación y la fantasía. Un recorrido de más de 30 años de historia personal.
7 sept 2013
Al diablo
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